El euro ha caído hoy a un mínimo de 20 años, superando rápidamente el mínimo de este año (establecido en mayo) y el mínimo de 2017.
El principal temor es que la eurozona se encamine hacia una dura recesión y es probable que el catalizador sean los precios del gas natural, que alimentan los costos de la energía. Rusia ha reducido los suministros de gas, aparentemente por problemas de mantenimiento, pero existe un temor cada vez mayor de que el 'mantenimiento’ se vuelva permanente.